sábado, 4 de marzo de 2017

PORTOVENERE: TROFIE AL PESTO



Gruta de Lord Byron

Arribé a Portovenere, un pueblo pesquero de la costa de la Liguria, con unas pocas instrucciones que me dio una amiga: como llegar, donde comer y un sitio para visitar: el pequeño cementerio en lo alto: - Que a mi me entierren sin duelo, entre la playa y el cielo, quiero tener buena vista- me dijo recordando a Serrat. Confieso que me resultó un comentario algo altisonante pero me dispuse a comprobarlo. Chiuso, indicaba un cartel en la entrada (resulta llamativa la cantidad de cosas que é chiuso –están cerradas- en Italia, por los más diversos motivos). No obstante por lo que se entreveía no pude menos que coincidir con mi amiga: la vista al mar, solo recortada por la silueta de la Iglesia San Pedro y el murmullo de las olas en un arrullo eterno eran una invitación a la reflexión más profunda. No casualmente tantos poetas y escritores se dieron cita en esta bahía,  hoy bautizada Golfo dei Poeti, entre ellos: Dante Alighieri, Lord Byron, Percy Shelley, Mary Shelley, George Sand, Margarithe Durás y Cesare Pavese, de quien transcribo este poema:

Demasiado mar. Ya hemos visto bastante mar.
Al atardecer, cuando el agua se extiende, pálida y diluida en la nada,
mi amigo la contempla mientras yo lo miro, ambos en silencio.
Por la noche nos encerramos en el fondo de una cantina, aislados por el humo, y bebemos.
Mi amigo sueña (son un poco monótonos los sueños junto al rumor del mar)
donde el agua es tan sólo un espejo, entre una y otra isla,
de colinas jaspeadas de flores salvajes y cascadas.
Su vino es así. Se contempla en el vaso levantando verdes colinas en el llano del mar.
Me gustan las colinas y lo dejo hablar del mar
porque su agua es tan clara que muestra hasta las piedras.
Mirando las colinas me llenan cielo y tierra
con las líneas seguras de sus flancos, cercanas o distantes.
Sólo las mías son abruptas, surcadas de viñas fatigadas en un suelo quemado.
Mi amigo las acepta y las quiere vestir con flores y frutos salvajes
para descubrir, riendo, muchachas más desnudas que los frutos.
No sucede; en mis más escabrosos sueños no falta una sonrisa.
Si madrugamos mañana, estaremos de camino hacia aquellas colinas;
podremos encontrar en las viñas una muchacha morena, tostada por el sol
y comenzando la conversación, comerle un poco de uva.

TROFIE Al PESTO





El pesto, que en el dialecto ligur se pronuncia pestu, es un condimento o salsa típica originaria de la Liguria. Su ingrediente principal es la albahaca picada,  a la que se agrega ajo y piñones molidos y se lo adereza con queso parmesano y/o queso de oveja pecorino. La palabra pesto viene del genovés pestare, significa machacar o moler en un mortero, así es como se lo prepara según la forma tradicional.
El trofie (o trofiette) es un tipo de pasta típica de la Liguria,  caracterizada por su peculiar forma rizada y su tamaño fino y corto. El nombre parece derivar de strufuggiâ, que en Ligur significa ‘frotar’, por el movimiento necesario para amasarlos a mano. Actualmente se producen industrialmente lo que ha extendido su uso.

INGREDIENTES cuatro personas
Trofie 400 grs. (como opción se pueden utilizar por similares los Casereccia)
Albahaca un atado
Piñones 100 grs.
Ajo
Queso parmesano rallado 100 grs.
Aceite de oliva

MODO DE PREPARACION

Hervir la pasta en abundante agua con sal a gusto hasta el punto deseado. Para el pesto picar la albahaca, los piñones y el ajo, colocarlos en un mortero y machacar agregando el aceite formando una pasta algo grumosa (o utilizar un mixer cuidando que los ingredientes no  lleguen a licuarse totalmente). Agregar el queso rallado y mezclar en una fuente o sartén con la pasta.