A
mí se me hace cuento que empezó Buenos Aires:
La juzgo tan eterna como el agua y como el aire.
La juzgo tan eterna como el agua y como el aire.
Jorge Luis Borges
ESCUDO DE BUENOS AIRES:
representa las dos fundaciones de
Buenos Aires con los navíos y la protección del Espíritu Santo por la paloma.
¿Por que incluyo a Buenos Aires entre
las ciudades que he conocido en los viajes? Entre las muchas razones que podría
esgrimir está el hecho que una parte importante de todo viaje es el regreso;
también, y no menos importante, Buenos Aires es la primer gran urbe que conocí:
de la mano de mis padres me deslumbré con las luces de la calle Corrientes, me
deleité con una esponjosa porción de pizza con una muzzarella que se estiraba
hasta el infinito, se me permitió sumergir un bizcocho en una enorme taza de
café con leche y sentirme importante cuando un mozo de impecable camisa
blanca y chaleco se dirigía a mi con un "¿y
el caballerito que se va a servir?" .
Si eso no fuera suficiente uno se encuentra con rincones de París caminando porla Recoleta ,
con Nueva York por Diagonal Sur, con Madrid en la Avenida de Mayo, con
Budapest por Congreso. Vi una arcada del Paseo Colón en Praga, un corredor
azulejado del subte en Londres, un rincón de Roma por el bajo. Pero, por encima
de todo, Buenos Aires tiene una personalidad única e irrepetible, el "aire
porteño" que se vive y se palpa a cada paso. Y da gusto volver.
Si eso no fuera suficiente uno se encuentra con rincones de París caminando por
En caravana los recuerdos pasan,
con una estela dulce de emoción.
Quiero que sepas que al evocarte,
se van las penas de mi corazón.
La ventanita de mi calle de arrabal.
donde sonríe una muchachita en flor,
quiero de nuevo yo volver a contemplar
aquellos ojos que acarician al mirar.
En la cortada más maleva una canción
dice su ruego de coraje y de pasión,
una promesa y un suspirar,
borró una lágrima de pena aquel cantar.
con una estela dulce de emoción.
Quiero que sepas que al evocarte,
se van las penas de mi corazón.
La ventanita de mi calle de arrabal.
donde sonríe una muchachita en flor,
quiero de nuevo yo volver a contemplar
aquellos ojos que acarician al mirar.
En la cortada más maleva una canción
dice su ruego de coraje y de pasión,
una promesa y un suspirar,
borró una lágrima de pena aquel cantar.
Mi Buenos Aires querido,
cuando yo te vuelva a ver,
no habrá más pena ni olvido.[1]
La gastronomía de Buenos Aires se nutre
principalmente de dos vertientes inmigratorias, la española y la italiana,
aunque también recibió influencias de otras corrientes. Se puede decir que no
existe una cocina típica porteña, que esta es el resultado de las variantes de
recetas que los inmigrantes traían en su acervo. Un ejemplo típico de esto es la Milanesa a la Napolitana que, como es
sabido, no se origina en Nápoles sino en un restaurante porteño que en los años
cuarenta incluyó en su carta un plato distinguiendo el nombre del local: Milanesa “Nápoli”. Su creador, el dueño del
establecimiento, Jorge La Grotta , intentó amalgamar
costumbres y sabores de Italia como la pizza creada en Nápoles, la Margherita , y la Cotoletta Milanese ,
una carne empanada que puede verse en muchas regiones cercanas a lo que fue el
Imperio Austro Hungaro. Otros restaurantes sumaron a la receta el jamón y
alguna otra variante y comenzó a popularizarse como “a la Napoli ” y finalmente “a la Napolitana ”
INGREDIENTES para cuatro personas
Bifes de nalga 500 grs
Ajo un diente
Perejil
Huevos dos
Mostaza una cucharada
Pan rallado 250 grs
Queso muzzarella 400 grs
Jamon cocido cuatro fetas
Salsa de tomate 200 grs.
MODO DE PREPARACION
Golpear la carne para afinarla y estirarla
(la milanesa debe cubrir casi todo el plato dejando un rincón para las papas).
Mezclar los huevos con el perejil y el ajo finamente picados y la mostaza.
Pasar la carne por la mezcla y luego por el pan rallado. Freir.
En una asadera para horno colocar la carne, cubrir con
salsa, luego las fetas de jamón, el queso y nuevamente salsa, espolvorear con
un poco de orégano y albahaca fresca. Hornear hasta que el queso se derrita.
Servir al plato con papas fritas.
BEBIDA SUGERIDA: Vino tinto Bonarda
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