Mi
respeto y admiración por Enric González,
un periodista español que fue corresponsal para El País en Nueva York
entre 2000 y 2003 y, como consecuencia indirecta de ello, publicó su libro “Historias de Nueva York” en 2006.
Lo considero de lectura obligatoria si uno va a esta ciudad. Dice González:
El
pasado de Nueva York está prendido de Holanda, la potencia fundadora, y es
distinto a los demás pasados americanos. Nueva York no fue puritana como el
resto de las colonias; Nueva York nació del comercio, no de la agricultura, y
creyó más en los piratas que en los predicadores; Nueva York apenas se rozó con
la esclavitud […], tuvo poca fe en la independencia y en la Unión y nunca brilló por su
respeto a la autoridad. Nueva York, nacida Nueva Amsterdam, fue y es refugio de
librepensadores, charlatanes, inadaptados y gente rara. Sus primeros 400
habitantes de origen europeo hablaban 18 idiomas distintos, aunque casi todos procedieran
de Ámsterdam
.
Por
si quedaran dudas, la bandera de la
ciudad de Nueva York luce los colores azul, blanco y naranja, los de la bandera
holandesa en el siglo XVII. En el escudo hay aspas de molino, un marinero, un
indio, un par de castores y unos barriles de harina. […] Nueva York fue la
primera ciudad del mundo en que el trabajador dejó de hablar de dueño o amo
(master en inglés), y a partir del término holandés baas, que significaba
exactamente «amo», inventó boss, que significa tan sólo «jefe». Los
neoyorquinos son así, faltones e irrespetuosos ante el mundo en general. A
veces mosquean. Insultan por cualquier cosa. Pueden parecer hostiles, pero no:
solamente lenguaraces y faltones […] Cualquier vida neoyorquina, desde la más
solitaria y retraída hasta la más mundana y ajetreada, posee, me parece, una
rara intensidad. Quizá no se trata de intensidad, sino de alboroto superficial,
pero entretiene lo mismo. El monólogo interno del individuo se ve asaltado de
continuo, aunque se encierre en casa, por las luces, los sonidos, los olores,
el zumbido omnipresente de la dinamo urbana y las palabras, millones de
palabras siempre en el aire. […]
El neoyorquino es un tipo que habla mucho.
Todo lo demás es secundario […]
Pesa la herencia judía, sin duda. Nueva York es la mayor ciudad judía. Eso carece de importancia en muchos aspectos, porque entre un Woody Allen y un rabino ultraortodoxo de Williamsburg hay un mundo de distancia, pero resulta esencial en algo muy concreto: la devoción por las palabras. Nueva York es talmúdica y mantiene una eterna discusión consigo misma, en la que utiliza todos los recursos de la oratoria. […] De esa escuela colectiva brotan historias de forma inagotable.
Pesa la herencia judía, sin duda. Nueva York es la mayor ciudad judía. Eso carece de importancia en muchos aspectos, porque entre un Woody Allen y un rabino ultraortodoxo de Williamsburg hay un mundo de distancia, pero resulta esencial en algo muy concreto: la devoción por las palabras. Nueva York es talmúdica y mantiene una eterna discusión consigo misma, en la que utiliza todos los recursos de la oratoria. […] De esa escuela colectiva brotan historias de forma inagotable.
SANDWICH DE PASTRAMI
Katz´s,
uno de los restaurantes emblemáticos de Nueva York, de los catalogados como delicatessen o deli, viene brindando
sándwiches de Pastrami desde 1888 con la misma receta. Si era antes famoso lo
fue mucho más luego de la icónica escena de “Cuando Harry conoció a Sally”
(1989) cuando Meg Ryan finge un orgasmo.
El
Pastrami o Pastrón es básicamente una carne de ternera sometida a un proceso de
salazón, luego condimentada, ahumada y cocida al horno. El nombre
parece provenir del rumano “a
pastra” (mantener, conservar) y pudo haber sido ingresado a los EEUU por la inmigración judía de Besaravia (hoy Moldavia), en la segunda mitad del
siglo XIX.
La receta del Pastrami de Kat´z no es
un secreto y puede consultarse en su pagina web: curan con salmuera la carne un
mes, la ahuman dos o tres días y la cocinan durante cuatro o cinco horas. Una
curiosidad que puede verse en el establecimiento es un cartel: “Send a salami to your boy in the Army”,
cuyo origen se remonta a la
Segunda Guerra Mundial, cuando su dueño tenía a sus tres
hijos luchando. Hoy continúa esta práctica con los soldados norteamericanos apostados
en zonas de conflicto.
INGREDIENTES
(dos personas)
Pastrami (pastrón)
400 grs
Pan de centeno
cuatro rodajas
Mostaza tipo
americana
Pepinillos
agridulces (opcional)
MODO DE
PREPARACION
Cortar el Pastrami en finas lonjas, untar el pan con
abundante mostaza. Las rodajas de pepinos (o pepinillo) agridulce son una
opción
BEBIDA SUGERIDA
Limonada suave con hojas de menta
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