Mi primer contacto con esta ciudad fue el film “In Bruges”, traducido en la Argentina como “Escondidos en Brujas”, una película británica de 2008 dirigida y escrita por Martin McDonagh y protagonizada por Colin Farrel, Brendan Gleeson y Ralph Fiennes. Cuenta, con toques de comedia negra, la historia de dos sicarios que se esconden en Brujas mientras esperan las instrucciones de su jefe. Ambos son enviados a esta ciudad debido a que Ray, el más joven, durante un “encargo” asesina accidentalmente a un niño. Los dos personajes recorren las calles como dos turistas más. Ken, el más experimentado, queda prendado del lugar mientras que al otro le resulta insoportable. En un momento se descubre el verdadero motivo por el cual habían sido enviados a Brujas: el jefe le ordena al veterano Ken asesinar al joven, argumentando que su error los podría poner en peligro. Este es parte del diálogo entre Ken, el curtido sicario, y Harry, el jefe mafioso:
Harry: (nervioso) ¿Ya recorrieron los canales?
Ken: (calmado, con cierta resignación) Si
Harry: ¿Pasearon por las calles viejas de adoquines?
Ken: Si
Harry: Es como un cuento de hadas ¿no? Con esas iglesias góticas… ¿son góticas?
Ken: Si
Harry: ¿Ray la está pasando bien?
Ken: Yo la estoy pasando muy bien. Pero no sé si a Ray le gusta tanto.
Harry: (más enojado): ¿Qué significa que no le gusta tanto? Que c… quiere decir. El pueblo es un cuento de hadas. ¿Cómo c… puede ser que los canales, los puentes, las calles, las iglesias y todo ese paisaje hermoso no sean lo que le gusta? ¿Sigue habiendo cisnes?
Ken: Si
Harry: ¿Cómo c… puede ser que no le gusten los cisnes? ¿Cómo puede ser?
Ken: (tratando de recomponer la situación) Quise decir que cuando llegó, no estaba muy convencido… (miente) pero apenas llegó a la parte antigua de la ciudad, y vio los canales, los puentes y los cisnes, como tú dices, quedó enloquecido. ¿Sabes qué? Mientras caminábamos por las calles había una especie de niebla helada que cubría todo, y parecía un pueblo sacado de un cuento. Entonces me miró y ¿sabes que me dijo?
Harry: (más calmado) ¿Qué te dijo?
Ken: Me dijo “Ken, ya sé que estoy despierto pero esto parece un sueño”
Salvando los insultos yo coincido con los dichos de estos personajes, sobre todo a ciertas horas, por la mañana temprano, antes que lleguen los innumerables micros que traen a los turistas para la excursión del día y al atardecer, cuando esos micros parten, la ciudad se convierte en el territorio de los cuentos y los sueños hechos realidad.
ENDIBIAS GRATINADAS CON JAMON
Se cree que la endibia o endivia es originaria del Mediterráneo, hay evidencias de su consumo por egipcios y más tarde por griegos y romanos. Se trataba de formas silvestres. No fue hasta el siglo XIX cuando adquirió las características actuales. Esta variedad se denominó endibia de Bruselas o Witloof. Su aparición tuvo lugar de forma casual en Evere, un pueblo cercano a Bruselas, un trabajador del jardín botánico observó que las raíces de achicoria que estaban cubiertas con tierra daban lugar a unos brotes muy tiernos y blancos. A partir de entonces, Bruselas es considerada como la cuna de este vegetal, si bien en la actualidad su cultivo se ha extendido hacia zonas templadas de todo el mundo. Las endibias gratinadas, Chicons au gratin, son un ejemplo de cómo pueden también utilizarse cocidas. Es un plato sencillo de preparar y resulta una muy buena opción para un almuerzo.
INGREDIENTES (dos personas)
Endivias dos
Jamón cocido cuatro fetas
Salsa blanca liviana dos tazas
Queso duro (Reggiano o Parmesano) rallado cuatro cucharadas
MODO DE PREPARACIÓN
Cocer las endibias al vapor durante 10 minutos (o calentar un poco de manteca y freírlas ligeramente, luego agregar agua y hervir durante 5 minutos). Cortar la cocción con agua fría. Cortarlas a lo largo por la mitad y ahuecar la base para eliminar el dejo amargo. Acomodarlas en una fuente para horno con el hueco para arriba. Previamente enrollar el jamón sobre las mitades. Para la salsa blanca calentar 50 grs. de manteca y agregar dos cucharas de harina hasta formar una pasta homogénea (roux), agregar unos 200 cc de leche caliente sin dejar de mezclar, condimentar con sal, nuez moscada, pimienta negra molida y una cucharada de queso (para alivianarla se puede adicionar además de la leche un poco del caldo de cocción de las endibias). Verter la salsa blanca sobre las endibias y espolvorear el resto del queso sobre la superficie. Llevar a horno o gratinador hasta dorar la cubierta.
BEBIDA SUGERIDA: Cerveza rubia estilo Tripel